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PROYECTOS DE RECUPERACIÓN DEL GUIRRE, HISTORIA DE UN NACIMIENTO

PROYECTOS DE RECUPERACIÓN  DEL GUIRRE,  HISTORIA DE UN NACIMIENTO

El alimoche (Neophron percnoterus percnopterus), conocido comúnmente en las Islas Canarias como guirre, es una subespecie endémica de nuestro Archipiélago. Antes abundante en numerosas islas, en la actualidad se encuentra solo en Fuerteventura y en menor medida en Lanzarote. Dado el grave peligro de extinción que padece, en la última década el guirre ha contado con un Plan de Recuperación y varios proyectos LIFE que han disminuido notablemente los factores de amenaza.

Distintas medidas preventivas, correctoras y de conservación, así como la concienciación popular, han sido determinantes para la recuperación de esta ave, en cuya conservación se han implicado instituciones y entidades privadas, como el Gobierno de Canarias, los Cabildos de Fuerteventura y Gran Canaria, la Estación Biológica de Doñana, SEO BirdLife y Endesa.

En la temporada 2013 se logró la reproducción en cautividad a partir de animales desahuciados acogidos en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria consiguiendo una puesta fértil. Se trata de un hito histórico que abre una puerta de esperanza en la futura gestión de esta subespecie emblemática de nuestra fauna. La secuencia que contiene esta exposición es el resumen de este pequeño “milagro”, fruto de la colaboración entre el hombre y la naturaleza.

Las diferentes medidas llevadas a cabo supusieron una notable mejora y el proceso de incubación pareció ir muy bien desde el principio. Finalmente el día 19 de junio, con unos tres días de antelación con respecto a la fecha prevista, nace en Tafira un pollo en perfecto estado.

Al nuevo guirre le bautizaron Tamarán: el nombre aborigen de Gran Canaria, la isla que le vio nacer y donde su especie se extinguió en la década de los 80 del pasado siglo. El proceso de cría se inició a mano, primero con la ayuda de unas pinzas y a partir de la primera semana, con una maqueta a la que el ingenuo pollito confundía con su madre. Finalmente, hacia las dos semanas de vida, el pollo comenzó a comer solo. Se consiguió implicar al macho en la crianza de su hijo, del que no se separó hasta su traslado a Fuerteventura, donde Tamarán pasó las últimas semanas en cautividad.

Tras su liberación en la tranquilidad de las montañas del Macizo Central de las llanuras majoreras, Tamarán se ha incorporado al mayor agrupamiento de guirres de Fuerteventura y vuela libre, cada día más lejos, explorando su nuevo mundo. El pequeño emisor que porta en las plumas de su dorso permitirá su seguimiento por parte del equipo de biólogos de la Estación Biológica de Doñana, que colabora con el Cabildo de Fuerteventura. En los próximos años irá cambiando el color de su librea, que se volverá cada vez más blanca. Ojalá, cuando alcance la madurez, sea capaz de establecerse en un territorio y reproducirse, fin último de su crianza y liberación.