Phoenix canariensis
Phoenix dactylifera L. var. jubae Webb & Berthel., Phoenix jubae (Webb & Berthel.) Webb ex Christ.
Hasta 15 m. Hojas viejas y bases foliares persistentes. Hojas verdes, arqueadas, numerosas (hasta 200), 3-6 m de largo; raquis espinosos por la base, las pínnulas lineares, agudas. Pedúnculos fructíferos. Frutos aprox. 2 cm de largo, elipsoides (Bramwell & Bramwell, 2001).
Tamaño según tratamiento (poda de frondas). Ejemplares silvestres sólo hasta 12 (15) metros de altura. Tronco grueso, sin retoños en su base. Frondas de 60 a 100, o más aún; elegantemente arqueadas, formando copa densa y oscura. Fronda individual hasta 7 m. de largo, verde intensa, con más de 150 pares de folíolos subcoriáceos y flexibles que, hacia la base, son reducidos y convertidos en espigas cortas, rígidas y de color amarillento. Flores masculinas blanquecinas, en manojos densos; inflorescencias ramificadas y hasta 1,5 m. de largo. Frutos amarillento-anaranjados, ovoideos, hasta 2 cm. de largo y de poca pulpa (Kunkel & Kunkel, 1974).
La época de floración es en verano (mayo hasta agosto). Reproducción por medio de semillas.
Árbol de situaciones húmedas. En fondos de barrancos y laderas con manantiales, formando comunidades densas en lugares favorables.
La palmera canaria ha recibido abundante atención desde el punto de vista de la diversidad y la conservación genética, con numerosas investigaciones basadas en diferentes marcadores moleculares: aloenzimas (ver por ejemplo González-Pérez, 2001; González-Pérez et al. 2004a), RAPDs (ver por ejemplo González-Pérez, 2001; González-Pérez et al. 2004b) y microsatélites nucleares (ver por ejemplo Saro et al. 2014, 2015).
Con datos derivados de 18 loci aloenzimáticos, González-Pérez (2001) y González-Pérez et al. (2004a) encuentran que P. canariensis muestra niveles de variación genética reducidos con respecto a P. dactylifera (la palmera datilera), que la constitución genética de P. canariensis es un subconjunto de la de P. dactylifera, y que la identidad genética entre ambas especies es muy elevada. En base a estos hechos, sugieren que P. canariensis probablemente deriva de un antepasado que estuvo también relacionado con P. dactylifera. Además, esta investigación propone medidas concretas para la conservación genética de la palmera canaria que disuaden de llevar a cabo reforzamientos o translocaciones mezcladas (esto es, que impliquen individuos de otras poblaciones) por la imposibilidad de diagnosticar con certeza los individuos híbridos de los puros, y por el hecho de que con tal estrategia se podría propiciar una reducción de la capacidad de supervivencia del endemismo debido a la ruptura de complejos genéticos coadaptados (ver Storfer, 1999 para una visión general sobre las translocaciones con fines conservacionistas).
La filogenia molecular de las Arecaceaes (Asmussen et al. 2006) confirma la hipótesis de que P. canariensis está estrechamente emparentada con P. dactylifera, pero también con P. reclinata (distribuida en zonas más tropicales de África y península arábiga). Aunque la citada filogenia no está enteramente resuelta, P. canariensis ocupa en ella una posición hermana basal con respecto a las otras dos especies, lo cual podría también indicar una mayor antigüedad del endemismo canario.
Los fenómenos de hibridación entre Phoenix canariensis y P. dactylifera están documentados científicamente desde hace mucho tiempo con datos morfológicos, pero las investigaciones con RAPDs de González-Pérez (2001) y González-Pérez et al. (2004b), aportaron por primera vez evidencias genéticas de que una elevada proporción de palmerales canarios contienen híbridos entre las dos especies. dactylifera. Además, estos investigadores hacen una propuesta de identificación molecular para detectar tales híbridos, basada en los patrones moleculares que obtienen. Aunque la hibridación entre estas dos especies está sustentada biológicamente en su gran cercanía filogenética, P. canariensis también puede hibridar con otras especies del género Phoenix que no son evolutivamente tan cercanas a ella, y cuya presencia en las Islas Canarias no es tan abundante como en el caso de P. dactylifera.
La exhaustiva investigación de Saro et al. (2014) en la pequeña población de Acusa Verde (Gran Canaria), no mostró signos alarmantes de consanguineidad o erosión genética. Antes al contrario, estos investigadores sugieren que la patente estructuración de la diversidad genética que detectan dentro de esta población indica la existencia de elevados niveles de dispersión polínica y flujo génico, que la hacen más resistente a la erosión y fragmentación genética.
En un trabajo que abarca poblaciones de todas las islas de distribución, Saro et al. (2015) muestran un patrón decreciente de diversidad genética desde las islas orientales a las occidentales, que encaja significativamente con la secuencia de emergencia insular. Además, los datos de estos investigadores solamente apoyan un claro origen antropogénico del palmental de Haría, en Lanzarote. Estos análisis genéticos sugieren también que la diferenciación entre poblaciones de palmera canaria de diferentes islas es relativamente reciente (Texto: Juli Caujapé Castells).
Posee varias utilidades como la extracción de una melaza (guarapo), que se obtiene de la punta del tronco y el aprovechamiento de la fibra de la hoja para fabricar todo tipo de cestos, sombreros, útiles para el lagar o las colmenas y otros trabajos artesanales (Bramwell, 1998; Pérez de Paz & Hernández, 1999). Según Pérez de Paz & Medina (1988) y Pérez de Paz & Hernández (1999), tiene esta especie propiedad antitusiva, pectoral, estomacal y emoliente, tanto la parte de los frutos como las frondes jóvenes o la savia. Es utilizada en general, toda la planta: su madera, las hojas, la pulpa y zumo de sus frutos.
Ampliamente cultivada en todo el mundo, sobre todo en lugares con climas cálidos. Las hojas de la palmera canaria, verdes o secas, sirven para elaborar objetos cotidianos, entre otros muchos: alfombras, bolsos, cestas o sombreros… La técnica utilizada es la del trenzado con las manos, sólo ayudadas por herramientas básicas como agujas de coser, tijeras o el punzón. El nervio central de la hoja, conocido como pírgano, es más duro y resistente y se destina a la fabricación de cestas mucho más resistentes para transportar pesadas cargas.
- Bramwell, D. (1998). Flora de las Islas Canarias. Guía de Bolsillo. Área de Planificación Estratégica y Medio Ambiente. Cabildo de Gran Canaria. Madrid. 219 pp.
- Bramwell, D. & Bramwell, Z. (2001). Flores silvestres de las Islas Canarias. Área de Recursos Hídricos y Medio Ambiente. Cabildo Insular de Gran Canaria. Madrid. 437 pp.
- Canarias. Orden 20 de febrero de 1991, de la Consejería de Política Territorial, sobre protección de especies de la flora vascular silvestre de la Comunidad Autónoma de Canarias. BOC, 18 de marzo de 1991, nº 35, pp. 1-11.
- Canarias. Ley 7/1991 de 30 de abril, de símbolos de la naturaleza para las Islas Canarias. BOC, 10 de mayo de 1991, nº 61, pp. 2610-2611.
- González-Pérez, M. A. (2001). Caracterización molecular de la palmera canaria (Phoenix canariensis) como base para su conservación. PhD. Thesis. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
- González-Pérez M. A., Caujapé-Castells J. & Sosa P. (2004a). Allozyme variation and structure of the Canarian endemic palm tree Phoenix canariensis (Arecaceae): implications for conservation. Heredity 93: 307-315.
- González-Pérez M. A., Caujapé-Castells J. & Sosa P. (2004b). Molecular evidence of hybridization between the endemic Phoenix canariensis and the widespread P. dactylifera with Random Amplified Polymorphic DNA (RAPD) markers. Plant Systematics and Evolution 247: 165-175.
- Kunkel, G. W. H. & Kunkel, M. A. (1974). Flora de Gran Canaria I. Los árboles y arbustos arbóreos. Colección “Naturaleza Canaria”. Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas. 121 pp.
- Moreno, J. C., coord. (2010). Lista Roja 2010 de la Flora Vascular Española. Dirección General de Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino)-Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas, Madrid, 43 pp.
- Pérez de Paz, P. L. & Hernández Padrón, C. (1999). Plantas medicinales o útiles en la flora canaria: aplicaciones populares. Francisco Lemus Editor. La Laguna. 386 pp.
- Pérez de Paz, P. L & Medina Medina, I. (1988). Catálogo de las Plantas Medicinales de la Flora canaria. Instituto de Estudios Canarios. Viceconsejería de Cultura y Deportes. Gobierno de Canarias. 132 pp.
- Saro, I., Robledo-Arnuncio, J. J., González-Pérez, M. A. & Sosa, P. A. (2014). Patterns of pollen dispersal in a small population of the Canarian endemic palm (Phoenix canariensis). Heredity 113: 215-223.
- Saro, I., González-Pérez, M. A., García-Verdugo, C. & Sosa, P. A. (2015). Patterns of genetic diversity in Phoenix canariensis, a widespread oceanic palm (species) endemic from the Canarian archipelago. Tree Genetics & Genomes 11: 815-824.
- Storfer, A. (1999). Geneflow and endangered species translocations: a topic revisited. Biological Conservation 87: 173–180.
Es oficialmente el símbolo vegetal de las Islas Canarias (Ley 7/1991 de 30 de abril). Esta especie P. canariensis hibridiza con P. dactylifera (Bramwell, 1998; Bramwell & Bramwell, 2001).
► Documentación, Contenidos y Edición: Inmaculada Guillermes Vázquez.
Phoenix canariensis
Nombre común: Palmera canaria.
Familia: ARECACEAE
Distribución: L, F, C, T, G, P, H
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