Aeonium hierrense
Como A. urbicum pero de menor altura, con hojas más anchas y las flores 8-partidas más bien que 9- a 10-partidas (Bramwell & Bramwell, 2001).
Porte alto y robusto, de hasta 1-1,5 m de alto, no ramificado; tallo grueso, liso en todos los estadios; rosetas de 15-50 cm de diámetro. Hojas glaucas, obovadas, obtusas y acuminadas, de 15-25 x 5-8 cm, glabras; margen rojizo, cubierto de cilios grandes, de base gruesa (de 1-2 m de largo). Inflorescencia piramidal; pedúnculos y pedicelos pubescentes. Flores de 6-9 partidas. Cáliz pubescente; segmentos triangulares, agudos. Pétalos blanco-rosados, lanceolados y acuminados, puberulentos abaxialmente. Estambres puberulentos. Nectarios cuadrados, emarginados o cordados. Carpelos puberulentos (Bañares, 2015).
Florece de marzo a abril (mayo).
En laderas secas y rocosas desde la zona baja de costa hasta los 1000 m. Es un elemento termomediterráneo y mesomediterráneo, ocasionalmente inframediterráneo (Bañares, 2015). En la isla de El Hierro es común localmente alrededor de Valverde y en la región del Golfo (Bramwell & Bramwell, 2001).
Tiene propiedad astringente, tanto los tallos como las hojas, empleados en forma de infusión. En otros tiempos se utilizaba para conservar las liñas y los sedales de pesca (Pérez de Paz & Hernández, 1999). A las especies de Aeonium se le atribuyen numerosas propiedades medicinales, como curativo de heridas, desinfectante, analgésico y curativo de quemaduras, ya que sirve como antipirótica, para las heridas sufridas por el fuego, al poseer propiedades extraordinarias contra las quemaduras. También tiene propiedades como reductor de la fiebre, astringente y para la garganta y bronquitis, a veces se utiliza como antídoto del látex corrosivo de las Euphorbias. Se dice también que son antivirales y reducen alergias y otras inflamaciones. Internamente se usa principalmente en forma de infusión o como jugo diluido de las hojas, o también las hojas molidas se aplican directamente como cataplasma (Jaén Otero, 1999; Bramwell, 2004).
Dioscórides en la antigua Grecia dió este nombre a una planta crasa, del griego aionium=siempre viva o de aiion=eternidad, posteriormente adaptado para el sinónimo Sempervivum, género del que Webb & Berthelot segregaron Aeonium (Kunkel, 1986).
- Bañares, Á. (2015). Las plantas suculentas (Crassulaceae) endémicas de las Islas Canarias. Publicaciones Turquesa, Santa Cruz de Tenerife. 122 pp.
- Bramwell, D. (2004). Plantas medicinales de las Islas Canarias. Edit. Rueda. Madrid. 152 pp.
- Bramwell, D. & Bramwell, Z. (2001). Flores silvestres de las Islas Canarias. Área de Recursos Hídricos y Medio Ambiente. Cabildo Insular de Gran Canaria. Madrid. 437 pp.
- Jaén Otero, J. (1999). Manual de medicina popular canaria. Los secretos de nuestros viejos yerberos. (6ª ed.). Centro de la Cultura Popular Canaria. Tenerife. 133 pp.
- Kunkel, G. (1986). Diccionario botánico canario: Manual etimológico. Edit. Edirca. Las Palmas de Gran Canaria. 275 pp.
- Liu, H. Y. (1989). Systematics of Aeonium (Crassulaceae). National Museum of Natural Science, Special Publications nº 3, Taiwan. 102 pp.
- Pérez de Paz, P. L. & Hernández Padrón, C. (1999). Plantas medicinales o útiles en la flora canaria: aplicaciones populares. Francisco Lemus Editor. La Laguna. 386 pp.
Tradicionalmente considerado un endemismo herreño. Liu (1989) establece su presencia en La Palma, donde crece abundantemente. Convive con otras especies, como A. davidbramwelii, con quien llega a hibridan y da lugar a formas intermedias. Es por ello por lo que esta especie requiere una revisión corológica en la isla de La Palma, para identificar las formas puras (Bañares, 2015).
► Documentación, contenidos y Edición: Inmaculada Guillermes Vázquez.
Aeonium hierrense
Nombre común: Bejeque sanjora
Familia: CRASSULACEAE
Distribución: P, H
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