Euphorbia balsamifera
Arbusto de hasta 2 m. Tallos nudosos, grisáceos. Hojas arrosetadas en las puntas de las ramas, oblongo-espatuladas, de color verde claro a glauco, obtusas a agudas. Cabezuelas solitarias, subsésiles o sobre un pedúnculo corto, campanuladas. Glándulas florales de ovaladas a redondeadas, más o menos enteras. Cápsulas solitarias, globosas. Semillas de color marrón, arrugadas, la carúncula ausente (Bramwell & Bramwell, 2001).
Nanofanerófito que excepcionalmente puede superar los 2 m de altura, con tallos muy ramificados, suberosos y hojas arrosetadas en el ápice de las ramas. En verano pierde la hoja y los tallos desnudos presentan entonces un llamativo color acaramelado que se acentúa con la humedad ambiental del rocío matinal y vespertino. En el centro de las rosetas foliares brota un ciatio (inflorescencia típica del género), que se resuelve en una sola tricoca globosa (Pérez de Paz & Hernández, 1999).
Mato arbustivo, caducifolio, con jugo lactífero. En los lomos costeros expuestos a vientos constantes las plantas son bajas; conocemos ejemplares de 10 a 15 cm de altura, con ramas extendidas sobre el suelo y un tronco de 8 a 10 cm de diámetro. Generalmente las plantas son arbustivas, de 60 cm a 1 m de altura, con copa redondeada. En algunas laderas del sur de la isla (Arguineguín, Mogán, Veneguera) las plantas pueden alcanzar a 4 m de altura, con troncos de hasta 60 cm de diámetro. Hojas en posición terminal formando seudo-rosetas. Lámina herbácea o poco carnosa, lanceolada, de 2 a 3,5 cm de largo. Flores pequeñas, verdosas y sentadas, generalmente en posición terminal o entre las hojas. Frutos capsulares casi esféricos, finamente peludos, rojizos (o algo amarillentos) y hasta 1,3 cm de diámetro. Semillas pequeñas, distribuidas por reacción explosiva de los frutos (Kunkel & Kunkel, 1978).
Su época de floración está en otoño-invierno o hasta la primavera. Su reproducción es por semillas (Kunkel & Kunkel, 1978).
Terrenos pedregosos, malpaíses alterados, laderas y riscos tanto en la zona costera, árida y soleada, como en el interior, en situaciones de orientación sur en laderas y riscos. Típica de los tabaibales del litoral insular.
La ausencia de datos filogenéticos hace especulativa cualquier hipótesis sobre el origen y evolución del linaje de E. balsamifera, pero Molero et al. (2002) establecen, en base a datos cromosómicos, que las tres subespecies reconocidas poseen un cariotipo muy similar que sugiere la existencia de un antepasado común ampliamente distribuido en la región Mediterránea en épocas climáticamente favorables del Terciario y/o Cuaternario, pero que durante las épocas desfavorables (glaciaciones del Holoceno) quedó restringido a las zonas más distantes de su distribución (Islas Canarias y Yemen), donde sufrió deriva genética y diferenciación que dieron lugar a las tres subespecies actuales: la ssp. balsamifera (en Marruecos y Canarias), la ssp. sepium (en Mali), y la ssp. adenensis (en Yemen). Según los datos analizados en Caujapé-Castells (2011), el linaje de E. balsamifera pudo estar implicado en un retorno de biodiversidad desde Canarias al continente (Texto: Juli Caujapé Castells).
De todas las especies de Euphorbia, ésta es la que mayor interés etnobotánico tiene. Su látex se usa para múltiples aplicaciones y se explota practicando unas incisiones o cortadas en los tallos principales. Según Pérez de Paz & Medina (1988) y Pérez de Paz & Hernández (1999), tiene propiedades emolientes y antiinflamatorias, así como para curar toda suerte de quistes, verrugas y callos (Jaén Otero, 1999). Su savia era mascada por los antiguos por sus propiedades salivatorias además, de para fortalecer las encías y la dentadura. Los primeros europeos compusieron con ella, una especie de lacre para cerrar las cartas, mezclándola con una resina roja, la denominada “sangre de drago” (Viera y Clavijo, 1942).
Su madera es porosa y ha sido utilizada como sucedáneo del corcho para tapas de botellas, garrafas, pipotes, etc. También se ha empleado esta especie para calafatear y carenar toneles y barcos (Pérez de Paz & Hernández, 1999).
El nombre de Euphorbia es dado por el rey Juba II de Mauritania (52 a 50 a. C.) en honor a su médico personal, Euphorbos. Carlos Linneo posteriormente asignó este nombre a todo el género (Kunkel, 1986).
- Bramwell, D. & Bramwell, Z. (2001). Flores silvestres de las Islas Canarias. Área de Recursos Hídricos y Medio Ambiente. Cabildo Insular de Gran Canaria. Madrid. 437 pp.
- Canarias. Ley 7/1991 de 30 de abril, de símbolos de la naturaleza para las Islas Canarias. BOC, 10 de mayo de 1991, nº 61, pp. 2610-2611.
- Caujapé-Castells, J. (2011). Jesters, red queens, boomerangs and surfers: a molecular outlook on the Canarian endemic flora. Pp. 284-324. In: Bramwell D, Caujapé-Castells J (eds.) The biology of island floras. Cambridge University Press, London.
- Kunkel, G. (1986). Diccionario botánico canario: Manual etimológico. Edit. Edirca. Las Palmas de Gran Canaria. 275 pp.
- Kunkel G. W. H. & Kunkel, M. A. (1978). Flora de Gran Canaria. Tomo III. Las Plantas Suculentas. Colección “Naturaleza Canaria”. Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas. 121 pp.
- Jaén Otero, J. (1999). Manual de medicina popular canaria. Los secretos de nuestros viejos yerberos. (6ª ed.). Centro de la Cultura Popular Canaria. Tenerife. 133 pp.
- Molero, J., Garnatje, T., Rovira, A., Garcia-Jacas, N. & Susanna, A. (2002) Karyological evolution and molecular phylogeny in Macaronesian dendroid spurges (Euphorbia subsect. Pachycladae). Plant Syst. Evol. 231: 109-132.
- Pérez de Paz, P. L. & Hernández Padrón, C. (1999). Plantas medicinales o útiles en la flora canaria: aplicaciones populares. Francisco Lemus Editor. La Laguna. 386 pp.
- Pérez de Paz, P. L. & Medina Medina, I. (1988). Catálogo de las Plantas Medicinales de la Flora canaria. Instituto de Estudios Canarios. Viceconsejería de Cultura y Deportes. Gobierno de Canarias. 132 pp.
- Viera y Clavijo, J. (1942). Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias (Indice alfabético, descriptivo de sus tres reinos: Animal, Vegetal y Mineral). Tomo I. Publicaciones de la Biblioteca Canaria. Santa Cruz de Tenerife. 329 pp.
Símbolo natural de Lanzarote, según lo establecido en la Ley 7/1991, de 30 de abril.
► Documentación, Contenidos y Edición: Inmaculada Guillermes Vázquez.
Euphorbia balsamifera
Nombre común: Tabaiba dulce.
Familia: EUPHORBIACEAE
Distribución: L, F, C, T, G, P, H. Oeste de África.
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